Epístola del Libro de la Profecías de Robertadiamus
Magnánimo Trigoberto Antolínez de Sarcasmia, Señor de Reiría, Duque de Burlia y Grande del Reino de Hironia:
Por consejo de sus católicas potestades, Don José Pero de Guzmán y Doña Violante, su esposa, le escribo a vuesa merced para tratar el asunto de los pergaminos encontrados en las afueras del reino.
Dichos folios contienen parte de aquello que vos, señoría, buscáis hace un tiempo en cuanto a los mensajes de Nostradamus y otros profetas, hechiceros, alquimistas y magos varios.
Ruego que cuidéis esta informacióin pues a la Santa Inquisición pudiese no agradarle este mensaje y no contentos con bannearos de algún medio escrito en Virtualia, os recuerdo que gustan de purificar el alma con Fuego.
En estos pergaminos, que datan del año 666, hemos encontrado las profecías del todopoderoso y temible Robertadiamus, un profeta y filósofo del corazón, el cual fue seguido por varios ígnaros y rústicos de allende las montañas lugares. Se dice que ha encontrado la fórmula de la vida eterna pues pese a sus muchos lustros, su aspecto decrépito y su incesante autorreferencia, sigue vivo. Al igual que Titonio, se cuenta que Robertadiamus sintetizó una pócima que le da la inmortalidad, pero como no ha logrado hacer el filtro de la eterna juventud, así los años pasan y aunque envejece (y mucho) no muere. Se dice que su estado a este paso será aún más lamentable que ahora, por lo cual se esconde tras una virtual imagen que le permite sobrevivir.
Otros relatan que sigue siendo también eternamente joven de espíritu, que aunque es un anciano sigue creyéndose joven y suplementa sus dificultades de desplazamiento con un rimbombante carro blanco de varios caballos con el cual se anuncia y tapa sus carencias. También se sabe que no envejece de espíritu, pues la habitual transformación del hombre, tras más de 6 décadas, en un sabio; no ha ocurrido. Es como un adolescente, como un niño, que vive en el mundo de sí mismo, el cual sigue ahí. Sí, Duque de Burlia, la experiencia no le sirve, pasa por él sin dejarle nada.
Pero yendo, Señoría, a los manuscritos; en ellos se nos relatan cosas que nos hacen creer que es o un loco o alguien con dotes de pitoniso incuestionables. Paso a transcribiros algunas partes de los mismos:
"¡Qué tiemble Delfos, qué se callen las Runas, el Tarot y Casandra, pues aquí ha llegado el omnisciente Robertadiamus!
¡Vengo en mi níveo carruaje con muy elegante alerón y luces móviles, el cual me precede como un heraldo y oculta mi decadencia. Desde allí os invito a conversar, pero aquí sólo se viene a hablar de lo que a mi me gusta u os bannearé!
Y antes de lograr la concentración para hacer mi profecía en trance, usando un Grimorio invoco a los demonios del Averno:
¡Egolatrio y Zoymmula! mis demonios protectores, ¡Filirofe y Pedd-Anterio! los más queridos, ¡Farewell-uff-farewell! demonio de mis poemas y los daimones que me inspiran: ¡Engrupio, Kopipaste, Repitio y Reiteracius! ¡¡¡¡Transformen este cuerpo decrépito en Mumm Ra el inmort...!!!! Ufff, perdón esa es otra historia. Vamos a la profecía:
Profetizo que en un nuevo mundo, en un apartado lugar en las antípodas, llamado Chile, la gente se independizará y celebrará un bicentenario de dicha independencia. En una extraña lengua saludo a dicha tierra, y les anuncio que primero vendrá un rey llamado Orly Antoine I, pero luego vedrá otro que será Lonko y Huerquén de todas las tierras y desde su púlpito dirá: Cume cumelén tripantumán Chile y será conocido como el cacique Robertilén Huenviejef Aukarancibia.
Profetizo, que para eso soy un gran profeta, ufff, profeta, que en
los medios comenzarán a aparecer los primeros especiales y los reportajes a los grandes hitos y sucesos. Esto es una perogrullada pero como ahora me siento más inteligente que los sacerdotes de Amón, me creo autorizado a decir lo evidente.
Profetizo también que
Veremos una y otra vez recreaciones de la historia y conoceremos las ganas y los sueños de este país para crecer y desarrollarse. Obviamente que esto también parece más claro que el agua, pero si lo digo yo hasta parece que soy inteligente. De seguro la gente no hablará para el bicentenario, de desgano y realidades planas ni de subdesarrollarse e involucionar ¡pero esta es mi profecía y al que no le gusta lo banneo! Profetizo por lo tanto, siguiendo con mi línea de pensamiento de
"la eternidad es para siempre" que el bicentenario celebrará la historia de lo que pasó hace 200 años atrás de la fecha en la que se celebra dicho bicentenario, es decir si estaremos en 2010, recrearemos la historia de 1810... ¿soy genial profetizando, verdad?...(nota al pié de página: Esta Profecía fue parafraseada por Cantinflus)"
En esta parte, señoría, el manuscrito está parcialmente destruido pero se alcanza a leer en medio de manchas de saliva, variadas secreciones y caspa los siguiente:
"Las visiones se alejan por un momento pero vuelven con más fuerza ahora...siento que mi cuerpo tiembla por el influjo demoníaco de los íncubos, los Kinson que esta vez son un par, se me llega a aflojar la prótesis dental, pero ya veo el futuro de nuevo y esta vez viene con invitación:
Esa es la invitación. A crear. A escribir, pensar, imaginar y también hablar de realidad. ¿Conversemos?
¡Ufff, que paupérrima invitación me inspiran los demonios, ufff! Pero, pese a lo pobre de la misma, mi cuerpo está agotado y la incontinencia urinaria traiciona mi organismo bajo los poderes de los espíritus duales Pros y Tata.
Me siento agotado por el esfuerzo intelectual enorme desarrollado en esta filosofía profética del corazón y me han salido hasta canas en...Oh, las he perdido..."
El manuscrito cobra aquí un color amarillo oscuro y se vuelve muy friable y húmedo.
Y llegando a este punto, después de escuchar está invitación que catalogarían de "cliché" al otro lado de los Pirineos; yo me pregunto, Sire, ¿a quién ha vencido en alguna justa este supuesto profeta? ¿a quién le ha ganado en sin par duelo en el campo de Marte, que viene a hacer invitaciones? ¿Quién se cree, en final y postrera instancia?
Incluso mi sirviente, nativo del lejano Cipango, al leerlo me ha dicho que, a gente como esta, en su tierra se les llama: "Shan-Tá" que significa taumaturgo embaucador.
Espero que las dudas que tenéis en torno al Apocalipsis de San Juan y las interpretaciones del Beato de Liébana sean resueltas con el hallazgo de estas profecías contenidas en los pergaminos encontrados el la zona conocida como el Blog Muerto.
Sin embargo creo que para todos y para vos, Grande del reino de Hironia, aún queda algo sin responder:
Esa es tal vez la duda suprema...
Y...¿dónde está el Papo?