DE LA ESCALA DE RICHTER A LA ESCALA DE ARANCIBIA
Roberto en su último texto compara la corrupción que afecta a la política chilena y la convulsión provocada por la salida del senador Flores con un temblor grado 5.
Para nosotros no es tan dramática la situación, consideramos que es una nueva sobreactuación de este pésimo actor, peor escritor y destacado censor. Una más y van...
El filósofo del corazón, revestido siempre de ese falso y políticamente altruismo que no es tal, ensalza a una persona a la que crematísticamente le debe mucho. Si no hubiera sido por Fernado,
Fer, Flores Roberto
todo corazón Arancibia no hubiera ganado un buen montante de pesos explicando a una audiencia más bien escasa como componer un
blog donde ensalzar cursis y temerarios
post como los famosos Qué leer y cómo escribir.
No nos extraña la adulación en Roberto, sobre todo si va dirigida a alguien del que puede obtener algo, no nos sorprende la demagogia patética ni el populismo peronista de este frustrado gurú. Nos asombra el pervertido recurso hipócrita, el ventajismo oportunista del filosofito que no da ni una puntada sin hilo. ¿Qué pretendes Roberto? ¿qué Fernando
Fer Flores te contrate de asesor? ¿que te dé una palmatida en la espalda mientras babeas agracedido por el segundode gloria concedido? Segundo que por supuesto describirás con todo lujo de detalle, incluyendo foto del esputo, en tu blog creado únicamente con fines promocionales, alambicado con la pretensión terapéutica de curar las frustraciones que sólo un sexagenario resentido con el mundo puede arrastrar a lo largo de una vida tan aliñada como una lata de borraja al natural.
Roberto nos sigues preocupando, por mucho que de vez en cuando alguno de tus secuaces, miembros de tu séquito, y otros especímenes de la reducida en miras fauna de Arancibialandia se pase por aquí en plan troll a dejar cuatro improperios. Y ¿ves Roberto?, en un gesto de madurez que tú nunca has tenido, sus textos permanencen por que no hay nada que los desacredite más que su silencio y nada que los ofenda más como nuestra cordialidad.
Roberto, como buen político, por eso te cobijas a la sombra de
Fer Flores, presumes de lo que careces. Defiendes actitudes que recuerdan a la de las ratas que abandonan el barco cuando huelen el naufragio. Actitudes que siempre hemos observado en la banca pero que nunca suponíamos en la izquierda. Con tu defensa del senador Flores, defiendes al que se desmarca de la quema en lugar de ayudar a apagar el fuego, del que busca mejor puerto al que trata de evitar el naufragio reconstruyendo la línea de flotación. Por que de eso se trata Roberto, de realizar una buen limpieza y reflotar el partido, no de huir egoistamente tratando de salvar el propio pellejo.
Tu mezquindad es notable, lo sabemos, pero cada vez llega a mayores extremos.
Roberto, regio Roberto y siempre como el vino, seguimos sin entenderte. ¿De qué te nutres?