El maestro y su guión para "El día menos pensado y meditado": El cucarachito marrón oscuro.
Nadie imaginaba que, al igual que Lucas Corso en búsqueda de libros satánicos en el Club Dumas, el anciano y calvo Ro, encontraría en tierras guatemaltecas la preciada joya que le abriría las puertas a nuevos poderes en su búsqueda del discurso edulcorado y la frase rimbombante y vacía. Hacía tiempo que no deleitaba a sus ciber-rémoras con textos donde Paulo Coelho y lo mejor de la novela rosa caribeña hubieran envidiado sus letras. Tampoco con sus nuevas ínfulas de artista conceptual al sur del Mapocho había vuelto a concentrar tanta cursilería literaria como en esta nueva aventura, ni siquiera con las fotos sacadas en espejos a esas jovencitas había podido deleitar a sus seguidores que ahora lo etiquetan con las palabras clave: verde + antiguo. (obviamente haciendo referencia a su viaje a la ciudad guatemalteca con tanta clorofila y jade; no a ser viejo verde). Pero adentrémosnos en la mente de este genio de las masas poco cultivadas y leamos de su propia pluma:
"Caminaba por Antigua, ciudad de todos los adjetivos (tercermundista, ruinosa, cazabobos, húmeda, sudorosa... mmm... ya se me ocurrirán más) cuando, primero una máscara temible que resultó ser un espejo y luego una imagen que me recordó mi niñez al ver por primera vez en un kiosko la National Geographic de marzo de 1945,

me obligaron a entrar a la tienda. Pasé, pese a que un guardia armado con un cañón enorme, de gran calibre y poderoso disparo, me dio una moneda de un quetzal y me indicó que buscara la caridad en otra parte. Al mostrarle las fotos de mi auto tunneado y mis obras publicitarias me dijo: "Ya entiendo, pase. Es el museo de la pirita, el oro de los tontos y otras joyas kitsch. Encontrará todo lo de mal gusto que existe"
Agradecido me maravillé en este lugar lleno arte, formas y colores (que gran descripción ¿verdad?) Una chica se me acercó: ¿le guardo el bastón, la prótesis o esas pastillas azules? No es necesario si veo algo como un jaguar de jade para tunnear mi bólido le aviso. Y ahi recordé que la Rove hacía meses que buscaba al nunca bien ponderado "Cucarachito marrón oscuro" Por más que había intentado encontrarlo, éste nunca aparecía pese a la insistencia de la Rove.
Muchas veces yo lo busqué en joyerías de Santiago, en Patronato y Franklin y en cualquier lugar que iba: zapaterías, en el retrete, en la micro o en el colectivo, en la Fundación las Rosas, el pequeño Cottolengo, en farmacias y talleres de tunning, como ven en todas partes; pero nunca lo podíamos encontrar, pese a nuestro tenaz deseo. Una voz dijo desde dentro yo atiendo a mi coetáneo. De pronto se apareció Featriz y me dijo: Desde la década de los 30 que nadie me preguntaba por el cucarachito marrón oscuro.
Bueno, le dije, viajé 10.000 kilómetros para encontarlo. Y claro... cualquiera exagera un poco ya que de Santiago a Guatemala hay sólo 5741 km y ni Omaha está a diez mil, pero como mis lectores en su mayoría son impresionables con poquito y no tienen idea de geografía, me doy estas licencias.
Made in China lo ha guardado 4 meses en su seno hasta que pueda haber llegado a tus manos... pero el container se atrasó y aún no nos llegan. Desesperanzado pero con esperanza, le pregunté si podían hacerme uno en plástico, carey del que se usaba en mis años mozos o poliuretano. Beatriz hizo unas consultas y me dijo que eligiera el color, me contó las historias del plástico y los superpoderes que otorgaba el cucarachito así como las pulsera de los 9 poderes y medio que traía como regalo. Me habló del fin de la incontinencia, del regreso de la artrosis, de volver a las pistas, etc.

Y elegí el color marrón carmelita oscuro perlescente nº13. ¡Perfecto! gritó Featriz, ¡El color más pedido por monjas de monasterios en ruinas!... lejos es el más usado por raperos y tunneadores agregué, para su compalcencia.
Esperé paciente hasta que fui a ver la línea de producción de los millones de cucarachitos que se hacían en serie por la mano de obra barata centroamericana. Pagué los 30 centavos de dólar y entonces recibí un llamado de la perceptiva Rove: ¿Estás bien? ¿Te tomaste el finasteride y el donepezilo? ¿te controlaste el antígeno prostático? ¿cómo va la sonda uretral? y yo le digo para tranquilizarla, estoy bien y me he gastado un dineral en algo que tu deseas. Estoy mejor que nunca, gracias a que encontré al cucarachito.
Al volver intenté darle el cucarachito pero este y sus poderes habían desaparecido."
Así termina este capítulo del "Día menos pensado y meditado" con la tranquilidad que al fin tenemos la crónica rosa de vuelta, el lenguaje corintelladesco otra vez con nosotros y esta vez con fenómenos paranormales y esoterismo tan notable como el de la mejor radio AM.
Buenas Noches, Ro, buenas noches Rove, adiós para siempre cucarachito marrón oscuro...